Los fabricantes usan las tecnologías de detección de contaminación física, como la detección de metales y la inspección por rayos X, para proteger la seguridad y la calidad de sus productos, así como para ayudar a cumplir los requisitos de conformidad globales de los estándares de la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (Global Food Safety Initiative, GFSI). Estos sistemas de inspección de productos están integrados en el proceso de producción de alimentos para identificar y eliminar cualquier material extraño, incluidos los fragmentos de metal, piedras y vidrio, que puedan haber entrado inadvertidamente en el flujo del producto.
Al incorporar la detección de metales y la inspección por rayos X en un plan general de inspección de calidad y seguridad alimentaria, los fabricantes de alimentos pueden reducir el riesgo de retiradas de productos, proteger la reputación de su marca y trabajar para cumplir con los requisitos de los estándares de seguridad alimentaria aprobados por GFSI, como BRCGS, IFS, FSSC 22000, SQF y otros. El uso de sistemas de detección de metales, sistemas de inspección por rayos X o ambos también puede facilitar el cumplimiento de los códigos de conducta de los comerciantes principales.
Es importante tener en cuenta que la instalación de tecnologías de detección de contaminación no es suficiente para cumplir con los requisitos de GFSI. Los fabricantes también deben trabajar para implementar procedimientos de seguridad y programas de formación adecuados para asegurar que los sistemas se usan de forma correcta y eficaz. Además, las empresas deben mantener registros de sus esfuerzos de detección de contaminación para demostrar la conformidad con los estándares GFSI. Algunos fabricantes ofrecen soluciones de software integradas que pueden automatizar el proceso de registro y almacenamiento de estos datos con el fin de proporcionar las pruebas necesarias para superar las auditorías de seguridad alimentaria.