Las vacunas explotan el mecanismo de defensa natural del cuerpo para “enseñar” al sistema inmunológico a generar protección contra patógenos extraños específicos, principalmente bacterias y virus. Se emplean tradicionalmente para prevenir o reducir la transmisión de enfermedades infecciosas; sin embargo, algunas vacunas emergentes pueden ayudar a eliminar los tejidos cancerosos o enfermos existentes.
La formulación de vacunas es el proceso de desarrollo y producción de vacunas. Por lo general, las vacunas combinan sus componentes primarios y secundarios para lograr una alta biodisponibilidad y bioactividad de las sustancias objetivo, al tiempo que exhiben el tipo y grado adecuados de estimulación inmune. Se añaden ingredientes secundarios para asegurar la estabilidad durante el transporte y el período de conservación. Se requieren procesos de fabricación eficientes para cumplir con altos estándares regulatorios.