Un buen momento para hacerlo es antes del envasado primario, es decir, antes de colocar un producto en su envoltorio individual. Los sistemas de detección de metales se usan a menudo en este punto. Pueden detectar de forma fiable todos los tipos de contaminantes metálicos en los alimentos que se producen a partir de materias primas contaminadas, la introducción accidental por parte de los empleados (por ejemplo, efectos personales), la introducción accidental durante el mantenimiento cerca de las líneas de producción y el mal funcionamiento o la rotura del equipo durante la fabricación y el proceso de envasado. Si se usa antes del envasado primario, ya sea en líneas horizontales o verticales, los productos contaminados se rechazan antes de que se añada más valor a través del envasado. Esto ayuda a minimizar los desperdicios y a reducir los costes.

Aunque sería ideal que la detección de metales se diera antes del envasado primario, la inspección por rayos X suele instalarse justo después de que la máquina de envasado por flow-pack empaquete los productos individuales. Los sistemas de inspección por rayos X también pueden realizar comprobaciones de calidad, como la detección de artículos que faltan o están dañados. En esta fase, la velocidad de producción es alta y cualquier interrupción puede dar lugar a tiempos de inactividad costosos. Los rayos X resultan perfectos para ayudar a los fabricantes de alimentos que buscan formas eficientes de mantener la productividad. La inspección por rayos X detecta varios contaminantes físicos, como piedras, huesos calcificados y fragmentos de vidrio, y también realiza comprobaciones de integridad, como la identificación de productos que faltan o están deformados. Ayuda a evitar que los productos de calidad inferior salgan de la fábrica y provoquen una posible retirada de productos.

Esta es la última oportunidad para que un fabricante de alimentos compruebe la calidad y la seguridad del producto y evite posibles retiradas. Una solución ideal en este caso es una máquina que combine el control de peso y la inspección de etiquetas. Las controladoras de peso ofrecen una exactitud excepcional, lo que facilita que los productos cumplan con las normativas locales e internacionales de pesos y medidas. Las cámaras de inspección por visión verifican que toda la información de la etiqueta de un alimento sea correcta, incluidos los alérgenos vitales y la fecha de caducidad. Los errores o la falta de datos en las etiquetas pueden provocar retiradas de productos costosas, por lo que invertir en esta tecnología puede ahorrar gastos considerables.