Las partículas y las gotas están presentes en todos los ámbitos de las sustancias químicas, productos de consumo, pulpa y papel, además de en la industria petrolífera. Las partículas crecen, se acumulan, se separan, se disuelven y cambian de forma; todo esto afecta a la ejecución del proceso y a la calidad del producto. Para tener éxito, los químicos y los ingenieros deben entender y optimizar la distribución de la dimensión de la partícula a fin de controlar la eficacia del proceso como la estabilidad, la separación o las propiedades de flujo. Además, las distribuciones de partículas y emulsiones deben controlarse para asegurar el rendimiento repetible del producto, la estabilidad de almacenamiento y la densidad a granel.