El control de los niveles de oxígeno en muchos procesos químicos y petroquímicos es esencial para minimizar el riesgo de explosiones. Debido a su rapidez de respuesta y bajo mantenimiento, la medición de oxígeno con espectrómetros de láser de diodo regulable (TDL) es cada vez más habitual.
Sin embargo, los TDL se basan en la absorción de luz para medir los niveles de O2, y el oxígeno es un gas de absorción débil. En tuberías anchas, la longitud del camino óptico necesaria para realizar una medición precisa no es un problema, pero en tuberías estrechas, sí lo es.
En este artículo de la revista Hydrocarbon Engineering, puede descubrir cómo METTLER TOLEDO ha resuelto este problema.