Con estas capacidades, los sensores inteligentes permiten a los fabricantes de maquinaria construir máquinas más compactas que presentan un mayor grado de precisión y admiten varias tareas en el mismo sensor, lo que libera espacio y reduce los costes de los equipos.
En el caso de los usuarios finales que trabajan con productos y tiempos de producción cada vez más caros, el uso de sensores inteligentes posibilita que la información esencial se transmita a los sistemas de control con una velocidad y precisión sin precedentes, lo que permite reducir el coste general y aumentar la eficiencia operativa.