El flúor es un gas altamente corrosivo y reactivo. En su forma elemental, el flúor es altamente tóxico y debe manipularse con cuidado. El flúor es un componente necesario de muchos productos farmacéuticos, química fina y polímeros. Las reacciones de fluoración están diseñadas para añadir flúor a las moléculas de sustrato. Hay una serie de reactivos disponibles para llevar a cabo las fluoraciones. Un reactivo de fluoración común es el ácido fluorhídrico, pero también es corrosivo, reactivo y debe utilizarse con mucho cuidado. El otro problema de la fluoración con flúor elemental o HF es la especificidad. Suelen ser tan eficaces a la hora de reaccionar con orgánicos que resulta difícil controlar la posición en la que se inserta el átomo de flúor en una molécula de sustrato. Se han desarrollado una serie de reactivos que son más eficaces a la hora de proporcionar fluoraciones controladas. Por ejemplo, el DAST (trifluoruro de dietilaminosulfuro) se utiliza habitualmente para convertir carbonilos y alcoholes en sus derivados fluorados análogos. Un reactivo aún más benigno es el SelectFluor [(1-clorometil-4-fluoro-1,4-diazoniabiciclo[2.2.2] octano bis(tetrafluoroborato)], que es un reactivo de fluoración electrófilo más fácil de utilizar, ya que no es volátil y es estable al aire y la humedad.