El conocimiento de los fundamentos del proceso de mezclado es esencial para el escalado en el desarrollo químico. El mezclado consiste en la reducción o eliminación de la falta de homogeneidad de las fases que sean mezclables o no mezclables. El objetivo es reducir o eliminar los gradientes de concentración o temperatura o bien garantizar una buena dispersión de las diversas fases. Un buen mezclado es deseable por varios motivos, por ejemplo, las reacciones colaterales o la formación de productos secundarios, la mejora de la transferencia de masa en sistemas con varias fases o la garantía de una rápida transferencia de calor. La eficiencia del mezclado depende del tipo de material que se deba mezclar, el diseño del agitador y el reactor, el régimen de mezclado y también la posición del tubo de alimentación y las condiciones de funcionamiento. [Handbook of Industrial Mixing: Science and Practice. (Manual de mezclas industriales: ciencia y práctica). Paul, E. Wiley (2004)]. Las reacciones químicas en un depósito agitado donde los reactivos pueden estar presentes en más de una fase (líquidos, gaseosos o sólidos) requieren un contacto interfacial intensivo para facilitar una transferencia de masa óptima. Un mezclado inadecuado o deficiente puede dar como resultado una velocidad de reacción inferior, un bajo rendimiento, una capacidad de selección deteriorada o un aumento de la concentración de impurezas, lo que aumenta los costes de fabricación de manera significativa. La transferencia de masa y la cinética pueden competir y contribuir a la velocidad de reacción general. La optimización y el escalado de procesos requieren que se cuantifique el impacto del mezclado en la velocidad de reacción. Los reactores de laboratorio deben usarse en condiciones que permitan un escalado y una caracterización de proceso significativa.