En un mercado tan competitivo como el de los productos cosméticos, es más importante que nunca que los fabricantes hagan todo lo necesario para conseguir que sus productos atraigan al consumidor medio. Lograr este objetivo a menudo depende de la creación de etiquetas de productos que atraigan a los consumidores potenciales y de la elaboración de un argumento eficaz para el producto. No obstante, a la hora de diseñar esas nuevas etiquetas, es importante tener en cuenta los requisitos legales del mercado al que van dirigidos esos productos.
En los últimos años, los Estados Unidos y la Unión Europea han intentado unificar sus normativas con el objetivo de facilitar el comercio entre ambos territorios. Sin embargo, aún hay diferencias importantes entre las dos regiones, especialmente en lo relativo a los términos locales utilizados para ingredientes concretos. Lamentablemente, esto significa que no existe ningún diseño de etiquetas capaz de satisfacer todos los requisitos. Por lo tanto, los fabricantes siguen utilizando diferentes diseños de etiquetas para poder vender en diferentes territorios, lo que significa que deben mantenerse al día en todo lo relativo a las últimas normativas.