El impulso de la globalización hace que las industrias químicas se vean sometidas a unas presiones de costes y de competitividad cada vez mayores. Las diferencias en la calidad de las materias primas exigen que la flexibilidad de la producción sea máxima. Además, la creciente conciencia medioambiental exige la implementación de medidas radicales. Y sigue esperándose una calidad elevada y constante de los productos, algo que resulta esencial para la supervivencia de una empresa.
Muy pocas industrias químicas son idénticas, puesto que se caracterizan por una gran variedad de procesos. Gracias a nuestra amplia experiencia y participación tanto en las operaciones como en los procesos de las unidades, hemos desarrollado soluciones que permiten a nuestros clientes seguir siendo competitivos. Desde el almacenamiento y la preparación de las materias primas hasta el producto final y la gestión de residuos, nuestros instrumentos y analizadores desempeñan un papel cada vez más importante.