Polimorfismo cristalino: se produce cuando una molécula puede existir en más de un estado cristalino. Muchos materiales cristalinos pueden formar diferentes polimorfos para minimizar su energía de red cristalina en condiciones termodinámicas específicas. Si bien la naturaleza química sigue siendo la misma, las propiedades físicas (solubilidad, disolución, nucleación y cinética de formación, biodisponibilidad, morfología y propiedades de aislamiento) pueden variar de un polimorfo a otro. La espectroscopia Raman es ideal para registrar las diferencias en las formas y medirlas, al mismo tiempo que se optimiza el proceso de cristalización.
Polimerización: la espectroscopia Raman tiende a proporcionar una señal más fuerte (que la de IR) desde la estructura molecular, especialmente los enlaces de carbono dobles y triples.Por esta razón, Raman puede ser una mejor opción para identificar polímeros y controlar las reacciones de polimerización. La química de extrusión, el análisis de microestructura durante la polimerización y los cálculos de densidad de polietileno (LDPE/HDPE) son solo algunas de las aplicaciones prácticas en las que se usa la espectroscopia Raman.
Síntesis química: la espectroscopia Raman in situ es una técnica útil para controlar las variables de reacción clave de síntesis químicas en las que la espectroscopia de infrarrojos puede no ser tan sensible (por ejemplo, silicona, tiol, difsulfuro, etc.). Las variables de reacción clave, como el inicio, el punto final, la cinética, los intermedios transitorios y la información mecánica son aspectos vitales que se deben conocer y caracterizar por completo para asegurar un método de desarrollo de procesos seguro y sólido.