Los investigadores de un conocido fabricante y distribuidor de vinos del norte de California están probando el rendimiento de preparados de enzimas comerciales que podrían ayudar a los vinicultores a reducir el coste de la fermentación del vino o aumentar las cualidades favorables en el vino final. Por ejemplo, las pectinasas descomponen la pared celular de las plantas, como las uvas, y permiten que se libere más zumo y moléculas de color durante la maceración de las frutas. Para pipetear dichas enzimas, el equipo de I+D utiliza pipetas Rainin a fin de lograr una mayor exactitud y repetibilidad.
Dosificación de los aromas
En la vertiente de desarrollo de productos de sus tareas, estos químicos especialistas en aromas usan pipetas de Rainin para dosificar moléculas saborizantes en creaciones de vinos o licores. Además, estos químicos usan la síntesis orgánica para crear moléculas que proporcionan la esencia de aromas apetecibles; por ejemplo, arándano azul o whisky envejecido. Para dosificar las moléculas de aroma en sus creaciones, toman un vino o un licor generales de fabricación a gran escala y añaden los compuestos que afectarán al perfil de aroma de la bebida. En el caso de los vinos y los licores, los químicos especialistas en aromas modularán la concentración de moléculas, como las fenólicas, norisoprenoides y terpenoides, para elaborar una gama de prototipos de productos que, a continuación, se degustan. En función de la palatabilidad de cada uno de los prototipos, se toma una decisión sobre qué productos deben pasar a la fase de producción.
Aunque la adición de moléculas de aroma durante el desarrollo de prototipos resulta necesaria, muchas bodegas no añaden compuestos de aroma a sus productos. En su lugar, variando las condiciones de fermentación, se creará la concentración adecuada de moléculas de aroma durante la fabricación. Por lo tanto, los químicos especialistas en aromas comunican los perfiles químicos de aroma al grupo de control de calidad de la bodega o destilería, de modo que este último pueda determinar si se han alcanzado las concentraciones adecuadas de compuestos de aroma.
La exactitud resulta vital
Las pipetas Rainin se usan para dosificar moléculas en concentraciones finales de vino que oscilan desde partes por mil a partes por billón. En comparación con las jeringas de vidrio que se usaban antes, las pipetas Rainin facilitan y aceleran la manipulación de líquidos de moléculas de aroma, y resultan esenciales para lograr una mayor exactitud. En un caso, un químico afirmó haber usado una gama de pipetas desde un volumen máximo de 10 mL a uno mínimo de 20 μL. Este opina que el cambio a las pipetas Rainin ha mejorado drásticamente su exactitud, su repetibilidad y, por encima de todo, su eficiencia, lo que les permite concentrarse en lo que verdaderamente importa: crear vinos californianos excepcionales.