Los procesos exigentes pueden tener un impacto adverso en la corrosión de los instrumentos o la contaminación óptica. Con el mantenimiento preventivo impulsado por ISM, puede cambiar fácilmente las piezas según su planificación.
Un analizador de gas cloro detecta la humedad y el vapor de agua para evitar la corrosión en los compresores de cloro. Nuestro analizador de gas cloro GPro 500 es una solución fácil de instalar y de bajo mantenimiento que proporciona mediciones fiables en aplicaciones como el almacenamiento de gas de cloro y EDC. Esto permite un mejor control de la humedad corrosiva en su flujo de gas. Diseñado para funcionar in situ y reduce los costes de funcionamiento.
El analizador GPro 500 TDL ofrece adaptaciones para ajustarse a las necesidades de su proceso. Los diseños se adaptan a tuberías tan pequeñas como DN50 (2"), y pueden medir con precisión en aplicaciones de alto polvo, alto condensado y blanketing.
El analizador TDL de METTLER TOLEDO está construido con un diseño único de trayectoria plegada, la fuente láser y el detector están situados en una sola unidad para reflejar perfectamente el haz láser al detector.
El analizador GPro 500 TDL ofrece un diseño modular, que le permite seleccionar la adaptación al proceso que mejor se adapte a su aplicación, y hacerla coincidir con el parámetro de gas que necesita medir.
Al no requerir sistemas de muestreo y acondicionamiento propensos al mantenimiento, estos analizadores láser de diodo sintonizable proporcionan un rendimiento constante con un mantenimiento que sólo es necesario una vez al año.
Los analizadores TDL ofrecen una construcción robusta, lo que permite que el sistema sea inmune a las interferencias y adecuado para las aplicaciones más exigentes y críticas.
Estos analizadores de gas con láser de diodo sintonizable pueden proporcionar una medición en menos de 2 segundos. Esto permite a los usuarios tomar medidas rápidas para mitigar la formación de condiciones explosivas.
Los espectrómetros TDL de METTLER TOLEDO pueden medir el oxígeno, el monóxido de carbono, el dióxido de carbono, la humedad, el sulfuro de hidrógeno, el cloruro de hidrógeno, el amoníaco y el metano.
Los procesos exigentes pueden tener un impacto adverso en la corrosión de los instrumentos o la contaminación óptica. Con el mantenimiento preventivo impulsado por ISM, puede cambiar fácilmente las piezas según su planificación.