En las plantas químicas y petroquímicas, al igual que en las refinerías, cada vez es más habitual ver láseres de diodo regulable (TDL). Su alta fiabilidad y baja necesidad de mantenimiento los han convertido en la tecnología de analizadores de gas preferida de muchas empresas. Sin embargo, las ubicaciones de instalación y las condiciones de algunos procesos han limitado su ámbito de aplicación.
Gracias a una gama de TDL de ruta doblada con una variedad inigualable de posibilidades de adaptación, se ha abierto una puerta a oportunidades de medición que antes parecían imposibles.