¿Se puede oír el cambio climático? La artista e investigadora Kat Austen ha emprendido una expedición al Ártico, en la que ha hecho perceptible el deshielo a través de una escultura sonora. Para ello, también ha usado los pHmetros de METTLER TOLEDO.
El cambio climático es uno de los principales retos a los que se enfrenta la humanidad hoy en día. Sin embargo, los hechos científicos apenas influyen en nuestra percepción del calentamiento global y los riesgos asociados. Los músicos y artistas llevan tiempo intentando llamar la atención sobre el cambio climático. Algunos ejemplos son el maratón de conciertos “Live Earth” en 2007 y el pianista Einaudi tocando su piano de cola Steinway en una plataforma flotante en el Ártico. La idea subyacente de usar la música para conmover a la gente es antigua. Hace poco, hasta se ha convertido en un nuevo género: sonificación (es decir, transformar los datos en sonido). Esto supone convertir los datos de medición en sonido. Kat Austen, una artista británica que vive en Berlín y tiene un doctorado en química, ha dedicado su trabajo a esta forma de arte. Mediante la sonificación, ha logrado hacer del cambio climático una experiencia emocional.
Expedición de investigación al
alto Ártico canadiense
“Las regiones polares se encuentran entre las áreas de nuestro planeta que más se ven afectadas por el cambio climático”, afirma la nueva artista audiovisual. “Es por ello por lo que la desaparición del hielo ártico me pareció un tema apropiado para mi trabajo”. Gracias a un programa de artistas residentes de Amigos del Instituto Scott de Investigación Polar de la Universidad de Cambridge, pudo participar en una expedición de investigación de dos semanas en el Ártico. “El sonido y la música nos afectan emocionalmente”, comenta Austen. “Así que mi idea era convertir la química cambiante de las aguas del Ártico debido al deshielo en sonido”.
El sonido del deshielo
Pero ¿cómo pueden oírse los cambios que no percibimos normalmente? A medida que los glaciares se derriten, más y más materia orgánica y dióxido de carbono disuelto se ven arrastrados a las aguas del Ártico. Como química, Austen sabía que esto cambia la acidez (pH) del agua. “El departamento de química de la University College de Londres me proporcionó varios pHmetros de METTLER TOLEDO para mi expedición de investigación”, relata Austen. “Usé este equipo durante la expedición para realizar experimentos y recoger muestras de agua”. Mediante el “circuit bending”, una técnica creativa de arte musical que consiste en cortocircuitar dispositivos electrónicos para crear efectos de sonido, pudo convertir sus abundantes datos de medición en sonido.
“Cuando el pHmetro realiza una medición, el cambio que se produce en el voltaje se puede escuchar como un sonido”, explica Austen. “Si la proporción de materia orgánica y dióxido de carbono disuelto en el agua cambia, esto altera su pH y, por lo tanto, el sonido también cambia”. La artista combinó estos sonidos con los de los instrumentos tradicionales para crear una escultura sonora, la sinfonía de cuatro movimientos, “The Matter of the Soul” (La materia del alma). Con su “Wasserklang Orchester” (Orquesta de sonidos del agua), interpreta la sinfonía en eventos y talleres en todo el mundo. Las muestras de agua que trajo del Ártico siempre forman parte de su actuación.
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