El análisis por tamizado o una prueba de gradación es un método importante para evaluar la distribución del tamaño de las partículas del material granular. El tamaño de las partículas influye en las propiedades del material, como el comportamiento de flujo y transporte (para materiales a granel), la reactividad, la abrasividad, la solubilidad, el comportamiento de extracción y reacción, el sabor, la compresibilidad y muchas más. La determinación del tamaño de las partículas es, por tanto, esencial para una amplia gama de industrias, como la alimentaria, la de la construcción, la del plástico, la cosmética y la farmacéutica, para optimizar la ingeniería de procesos y garantizar la calidad y seguridad de los productos finales.
Para medir la distribución del tamaño de las partículas pueden aplicarse distintos métodos y procedimientos, en función del material de la muestra, los tamaños de partícula previstos y el alcance del examen. Entre ellos se incluyen el análisis directo por imagen, ya sea estático (SIA) o dinámico (DIA), la dispersión estática de la luz (SLS), también llamada difracción láser (LD), la dispersión dinámica de la luz (DLS) y el análisis por tamizado. El análisis por tamizado es el método tradicional y más utilizado para medir la distribución del tamaño de las partículas.
¿Por qué es importante el pesaje por tamiz?
Entre las ventajas del análisis por tamizado cabe destacar que es fácil de utilizar, requiere unos costes de inversión mínimos, ofrece resultados precisos y reproducibles en un tiempo comparativamente corto y tiene la capacidad de separar fracciones de tamaño de partícula. El procedimiento de análisis por tamizado mediante pesaje diferencial es un proceso tedioso y propenso a errores. El uso de una balanza precisa con funciones cómodas y gestión de datos digital puede resultar rápidamente rentable.