Cebadores y sondas de los oligonucleótidos
El uso más habitual de los oligonucleótidos sintéticos son las sondas y los cebadores relativamente breves (hasta 30 mer) en una amplia variedad de aplicaciones. Esto implica la sintetización de una secuencia de nucleótidos que está emparejada o es complementaria a la inversa con respecto a una cadena de ADN o ARN objetivo más grande (secuencia objetivo). Como cebadores, los oligonucleótidos suelen usarse para iniciar reacciones enzimáticas con el fin, por ejemplo, de crear entre millones y miles de millones de copias de una secuencia objetivo corta o larga. Entre algunos ejemplos comunes, se encuentran la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o el método de secuenciación de Sanger. Las aplicaciones de los cebadores de oligonucleótidos incluyen la secuenciación del ADN, la expresión genética, la clonación y el diagnóstico molecular.
Como sondas, los oligonucleótidos sirven para identificar una secuencia objetivo de ADN o ARN específica y ligarse a ella con el fin de confirmar la presencia de esta secuencia en un material determinado. Entre las aplicaciones que emplean las sondas de oligonucleótidos, se incluyen los procedimientos de transferencia, como Northern blot (para ARN) o Southern blot (para ADN), como secuencias con fluorosforo en micromatrices que detectan cambios en la expresión genética o se usan en el cribado de trastornos genéticos o para identificar patógenos concretos (diagnósticos moleculares).
Tratamientos basados en oligonucleótidos y genoterapia
En las aplicaciones terapéuticas, los oligonucleótidos antisentido (ASO), generalmente especies de 20-30 mer, aprovechan la biología natural y facilitan la inhibición de genes o el silenciamiento génico (destrucción) de las secuencias de ARN no deseadas o demasiado activas, lo que, a su vez, bloquea la expresión de determinadas proteínas dañadas o demasiado activas que pueden causar o favorecer la enfermedad. Las investigaciones sobre tratamientos basados en oligonucleótidos se han intensificado enormemente y, en los últimos años, se han aprobado varios medicamentos.
Futuro uso de los nucleótidos sintéticos: exploración de las modalidades de vacunas de ADN y ARN
Aunque no se trata de un oligonucleótido en el estricto sentido del término, los productos de vacunas basados en ADN o ARN, como el ARNm o los ácidos nucleicos de plásmidos o vectores, de muchos cientos o miles de bases, representan la primera línea de la evolución de las tecnologías de los nucleótidos sintéticos.
En concepto, las vacunas de ADN o ARN prescindirían de todas las partes innecesarias o dañinas de una bacteria o virus patógeno. En cambio, una vacuna de este tipo basada en ácidos nucleicos contendría el código de tan solo algunas partes del ADN o ARN del patógeno. Estas cadenas de ADN o ARN indicarían al sistema inmunitario del paciente que produjera antígenos individuales o fragmentos del patógeno. Con la informática moderna y la creación de modelos por ordenador, estas modalidades de vacunas de oligonucleótidos pueden crearse en cuestión de días o semanas con una secuencia objetivo adecuada respecto a la que diseñar. Como tecnología de plataforma, las vacunas basadas en ácidos nucleicos se apoyan en conjuntos estándar de componentes básicos o materias primas que posibilitan innumerables combinaciones casi a voluntad. Como tales, también son relativamente baratas y fáciles de producir en comparación con las modalidades de vacunas tradicionales. Sin embargo, este sigue siendo un paradigma en desarrollo para la industria biofarmacéutica y constantemente se abordan nuevos retos, algunos exclusivos de los productos de oligonucleótidos y ácidos nucleicos largos, y otros compartidos con otras modalidades bioterapéuticas.