La alquilación es un proceso químico por el que se une un grupo alquilo a una molécula de sustrato orgánico mediante adición o sustitución. Un grupo alquilo es una molécula de alcano a la que le falta un átomo de hidrógeno. Por ejemplo, los grupos metilo son los alquilos más simples y son el resultado de la eliminación de un átomo de hidrógeno del metano. Los grupos alquilo sustituyen o se añaden a moléculas, como los carboationes, los carboaniones, los radicales o los carbenos. Los grupos alquilo pueden unirse a varios átomos, incluidos los de carbono, nitrógeno y oxígeno, en las moléculas de sustrato. Los agentes alquilantes suelen ser olefinas, alcoholes, haluros de sulfato y diversos compuestos que contienen nitrógeno y que promueven la alquilación al permitir que los grupos alquilo se unan selectivamente a las moléculas. A menudo, la alquilación requiere un catalizador. Los catalizadores de alquilación más comunes son los ácidos, como el HF o el H2SO4. En algunos procesos, se usan zeolitas o ácidos de Lewis como catalizadores de alquilación.