La competitividad global, la diversidad de avances tecnológicos y los cortos ciclos de vida de los productos son algunos de los factores que fomentan una optimización continua de los elementos fundamentales del entorno de producción. La calidad que contribuye a la creación de valor solo se materializa cuando cada parte del proceso de producción se ajusta con respecto a las demás, lo que permite que unas se integren con otras sin problemas.
Al incluir una controladora de peso en el proceso de empaquetado, los productores pueden evitar el llenado excesivo e insuficiente, reducir la cantidad de rechazos, disminuir el reprocesamiento de productos y aumentar de forma significativa la eficacia global del equipo de una empresa. Las empresas que emplean estos dispositivos de modo adecuado, teniendo en cuenta el proceso de producción completo, evitan los eslabones débiles en la cadena general de producción y pueden realizar una mayor contribución a su propia creación de valor.