Recuperación del COVID-19 en la I+D de la industria química |
Las nuevas restricciones en los laboratorios, incluido el distanciamiento social, exigen que los científicos ajusten las planificaciones y las prácticas para seguir siendo productivos con menos tiempo físicamente presente en la mesa de trabajo. Muchas empresas están aprovechando los reactores automatizados y la PAT en línea para realizar experimentos con gran cantidad de información sin supervisión.
En este artículo técnico, COVID-19 Recovery in Chemical R&D – Journey to the New Normal (Recuperación del COVID-19 en la I+D de la industria química. Camino hacia una nueva normalidad), se analizan las consecuencias de la pandemia mundial, así como la forma en que los científicos que invirtieron en soluciones de automatización para conocer y controlar los procesos pudieron conservar la agilidad y seguir siendo productivos durante el período de restricciones y cierres de instalaciones.
Extracto de este artículo técnico
“Basándose en la investigación del Grupo Linus, muchas empresas han experimentado resultados similares. Los siguientes gráficos se han adaptado para explicar las observaciones del autor. Cuando nos encontramos con una fase de confinamiento, casi todas las empresas experimentan una pérdida inicial de productividad debido a la interrupción. Al principio, los trabajadores se quedan en casa. Los experimentos que respaldan el trabajo del proyecto no se llevan a cabo. A continuación, se pasa a una fase de planificación en la que la organización determina cómo adaptará sus procedimientos. En las industrias de productos químicos y farmacéuticos, es evidente que los laboratorios de I+D deben reconfigurarse para mantener la productividad y, al mismo tiempo, adaptarse a las exigencias del distanciamiento social. Muchos empleados tendrán que compaginar el teletrabajo con el trabajo presencial. Evidentemente, la capacidad de pasar con rapidez a la nueva normalidad resulta muy importante.
Durante este período, y la recuperación del nivel de productividad nuevo, observamos tres casos basados en la empresa:
Caso 1: empresas que no invierten
Algunas empresas planean abrirse camino hacia su nueva normalidad implementando el distanciamiento social y empleando patrones de turnos. En este caso, la eficiencia de toda la organización se ve afectada de forma desfavorable. Los científicos tendrán menos acceso al laboratorio, lo que reducirá el número de experimentos y eliminará la capacidad de controlar y tomar muestras de estos (incluida la capacidad de corregir eventos inesperados o fallos del sistema). Esto conlleva tiempos de desarrollo más largos. Las comunicaciones de los equipos y la colaboración eficaz se reducen de forma considerable, lo que retrasa aún más los plazos.
Caso 2: empresas que invierten durante el proceso de recuperación.
Un gran número de empresas reconocen que se deben tomar medidas inmediatas para satisfacer las exigencias de la nueva normalidad. Se implementa una tecnología nueva que ayuda a la empresa a recuperarse tras el trastorno. Este enfoque permite a la empresa alcanzar niveles de productividad más altos que antes del parón. La modernización de las operaciones aumenta la productividad y la eficacia al proporcionar un entorno basado en datos y mejorar la capacidad de cumplir los objetivos. Este enfoque también armoniza las CDMO con los procedimientos y la generación de datos de las grandes farmacéuticas, lo que mejora las posibilidades de conseguir más trabajo y hacer crecer el negocio.
Caso 3: empresas que ya empleaban la automatización
antes del trastorno
Estas empresas tienen estrategias bien establecidas de automatización y digitalización de laboratorios para sacar más provecho de cada experimento. Las tecnologías que permiten este enfoque de experimentación inteligente también permiten la ejecución y el muestreo de las reacciones sin supervisión, así como la recopilación automatizada de todos los datos pertinentes. También es posible analizar los datos y colaborar a distancia. En este caso, el impacto del cierre es breve y no muy dañino. Aunque estas empresas experimentaron el choque del cierre inicial como todas las demás, se pusieron en marcha de nuevo con mucha rapidez (por lo general, en una semana) reanudando de inmediato las operaciones habituales, debido al enfoque de laboratorio orientado hacia el futuro que han implementado”.
“¿Significa la necesidad de modernizar el laboratorio de I+D con un enfoque más basado en los datos, combinado con la gran posibilidad de que se produzcan futuros trastornos inesperados, que ha llegado el momento del laboratorio del futuro?
Sin duda, la respuesta es sí.
Ya no se trata de un lujo ni de algo que no está de más tener. Se trata de una necesidad”.