“Efecto de producto” es el término que se usa para describir los casos en los que un detector de metales interpreta las señales que generan las características de un producto como un posible contaminante.
Superar el efecto de producto puede ser un reto cuando se inspeccionan productos húmedos o conductores como los de los segmentos de la industria cárnica, avícola, del marisco o de productos lácteos. También puede ser un problema en aplicaciones en las que el producto se refrigera, se enfría o se congela, o cuando los productos se envasan en película metalizada.
Eliminar la influencia del efecto de producto resulta esencial para poder identificar y eliminar los elementos de contaminación metálica más pequeños de la línea de producción. Esto, a su vez, protege su marca y el bienestar de los consumidores, al tiempo que aumenta los márgenes de beneficio.
En este curso on-line, se ofrece una visión general de la tecnología de detección de metales y se responde a las preguntas más frecuentes:
Los metales no son los únicos materiales con capacidad para conducir electricidad y generar campos magnéticos. Hay muchas aplicaciones de productos (húmedos) con un contenido de humedad o sal elevado, por ejemplo, carne fresca, pollo, pescado y pan, que muestran un efecto de producto naturalmente alto. Es probable que dichos productos produzcan una señal en el detector de metales similar a la que generarían los pequeños elementos de contaminación metálica. Esto dificulta la capacidad del detector de discernir entre el producto y el contaminante metálico.
Los factores que afectan a la inspección de productos húmedos o con un elevado efecto de producto son:
Los detectores de metales tradicionales mantienen un equilibrio entre el efecto de producto, la frecuencia de funcionamiento máxima y la sensibilidad del detector de metales. Cuanto mayor sea el efecto de producto (cuanto más húmedo sea el producto), menores serán la frecuencia óptima y la sensibilidad del detector. Contrariamente, cuanto menor sea el efecto de producto (cuanto más seco sea el producto), mayores serán la frecuencia de funcionamiento y la sensibilidad de detección. Los productos secos con un reducido efecto de producto ejercen un impacto insignificante en el detector de metales a altas frecuencias, por lo que el detector puede identificar con facilidad cualquier mínima contaminación metálica a dichas frecuencias.
A pesar de las dificultades que plantea el efecto de producto, los detectores de metales con más sensibilidad del mercado funcionan de forma simultánea a más de una frecuencia y se conocen como detectores de frecuencia multisimultánea (MSF). Hacen frente al problema del efecto de producto de forma innovadora.
Los detectores de metales usan la MSF en combinaciones de frecuencias altas y bajas simultáneamente. La tecnología integrada de supresión de la señal de producto, las dos etapas de discriminación para la frecuencia y la fase, cancela la información procedente de estas combinaciones de frecuencias con el objetivo de eliminar la señal del producto. Esto permite la detección de elementos de contaminación metálica mucho más pequeños. La mejora en el rendimiento del detector (de los detectores de metales tradicionales de una sola frecuencia a los detectores MSF) puede ser de hasta un 50 % en aplicaciones de efecto de producto o de láminas metalizadas.
Además de este curso on-line, se puede descargar nuestro artículo técnico “Conocimiento de las aplicaciones complejas” para optimizar la seguridad y la calidad de los alimentos.