El diagnóstico de HSA de elección consta de una tomografía computarizada (TC) craneal. La prueba es exacta hasta 12 horas después de un evento de HSA en el 98 % de los casos. Durante la primera semana tras el caso de HSA, la exactitud del diagnóstico desciende al 50 %. Para evitar falsos negativos y mejorar la exactitud del diagnóstico, es necesaria una medición de control. Una posible forma de mejorar la exactitud del diagnóstico es mediante el análisis espectrofotométrico del líquido cefalorraquídeo (LCR), como se describe en el artículo de investigación “Revised national guidelines for analysis of cerebrospinal fluid for bilirubin in suspected subarachnoid haemorrhage” (Directrices nacionales revisadas para el análisis del líquido cefalorraquídeo en busca de bilirrubina en casos de presunta hemorragia subaracnoidea), publicado por primera vez en 2008 por la Dra. Anne Cruickshank.
El software de laboratorio LabX® de METTLER TOLEDO es compatible con la solución UV-VIS automática para la medición de control de HSA. LabX detecta de forma automática la presencia de hemoglobina y bilirrubina y calcula la absorbancia. El método también ejecuta el árbol de decisión implementado y proporciona al usuario un resultado rápido. El proceso se puede iniciar fácilmente mediante el instrumento o un PC. La medición y los resultados se almacenan en una base de datos y se pueden recuperar en cualquier momento.
La hemorragia subaracnoidea (HSA) es una extravasación de sangre en el espacio subaracnoideo. Se produce en varios contextos médicos y está asociada con la mortalidad en un plazo de 30 días en aproximadamente el 45 % de las personas. La HSA espontánea está muy generalizada y su incidencia se sitúa en torno a un caso por 10 000 habitantes al año. Es necesario un tratamiento inmediato para aumentar la tasa de supervivencia.