El cloruro y el sulfato son los iones más corrosivos que podemos encontrar en el ciclo del agua/vapor de una central eléctrica. Mediante la descamación, la fisura por tensocorrosión y demás mecanismos corrosivos, los cloruros y los sulfatos pueden llegar a dañar los costosos componentes de una central. En componentes como las turbinas, las calderas y los tubos de generadores de vapor, estos daños pueden provocar interrupciones no programadas y grandes costes de mantenimiento.
Puede obtener más información en la nota de aplicación sobre el aumento de la necesidad de medir los niveles de cloruro y sulfato.