La valoración es una técnica analítica cuyo uso está muy extendido. Puede usarse para el análisis y el control de calidad de productos de diversos sectores como el farmacéutico, productos químicos y petroquímicos, alimentación y bebidas, etc. Pueden determinarse varios parámetros, por ejemplo, estos: acidez, alcalinidad, iones metálicos e ingredientes farmacéuticos activos. Para la determinación de la carga de agua, se usa un tipo especial de valoración conocido como valoración de Karl-Fischer.
La valoración consiste en la determinación de la cantidad de una sustancia específica (analito) contenida en una muestra mediante la adición controlada de un reactivo (valorante) con una concentración conocida. Esta técnica se basa en la reacción química completa entre la sustancia y el reactivo. El reactivo se añade hasta que la reacción haya finalizado (punto de equivalencia).
La forma clásica de controlar una reacción de valoración es mediante la adición del indicador apropiado al analito que cambia de color cuando se completa la reacción química (punto final de valoración). En la actualidad, la reacción química y el punto final pueden controlarse por medio de un sensor.
Por qué es fundamental un pesaje exacto
Desde el consumo y la concentración del reactivo hasta el peso de la muestra usada en el análisis, es posible calcular el contenido del analito. Un pesaje exacto de las sustancias usadas para preparar tanto la solución de reactivo como la solución de la muestra de analitos es sumamente importante. Solo con una preparación de muestras exacta, podrá estar seguro de que obtiene unos resultados de valoración exactos.
El sistema de pesaje SmartSample™ orientado a la automatización de la valoración facilita la identificación de la muestra y aumenta la eficacia mediante la tecnología RFID.