La determinación de perfiles de impurezas está encaminada a la identificación y posterior cuantificación de determinados componentes presentes en niveles bajos, normalmente inferiores a 1 % e idealmente inferiores a 0,1 %. Las impurezas son residuos no deseados que se forman durante o después del curso de la reacción. Estos residuos pueden ser tanto productos químicos orgánicos como inorgánicos, o disolventes residuales que definen la calidad y las propiedades de un producto determinado, como la eficacia de un ingrediente farmacéutico activo (API).