La calibración garantiza la precisión de la pipeta, ya que evalúa la cantidad de líquido que se dispensa en parámetros de volumen específicos. Existen diversos factores que pueden afectar a la certidumbre de las mediciones empleadas a la hora de calibrar una pipeta, como el equipo que se usa, la cualificación del personal, los entornos de laboratorio o los procesos específicos.