El pesaje es un primer paso esencial en casi todos los laboratorios y procedimientos de producción. Para asegurar la exactitud del pesaje, las balanzas y básculas deben ser aptas para el fin en cuestión. Ahora bien, ¿cuáles son exactamente los criterios de aptitud de los dispositivos de pesaje no automáticos en lo referente a la exactitud? En este artículo técnico se indaga sobre la incertidumbre de medida y en por qué evaluar dicha incertidumbre resulta fundamental para seleccionar el dispositivo de pesaje correcto, así como para mantener el estado de idoneidad del dispositivo a lo largo de toda su vida útil.
En 2007, con el fin de contribuir a asegurar la exactitud del pesaje, en METTLER TOLEDO desarrollamos el estándar Good Weighing Practice™ (también conocido como GWP®), que goza de reconocido mundial. Se trata de un método estandarizado en función del riesgo para que la selección, la calibración y el funcionamiento rutinario de cualquier dispositivo de pesaje de cualquier fabricante se desarrollen de forma segura en cualquier puesto de trabajo o industria. Sus principios científicos se han incorporado a muchas directrices y estándares, como es el caso de la USP, la Farmacopea Europea, la ISO y la ASTM.
El objetivo de Good Weighing Practice es que, en laboratorios y entornos de producción, se lleve a cabo la selección y el mantenimiento de balanzas y básculas aptas en términos de exactitud. Cumplir con estos principios científicos aporta diversas ventajas, entre las que se incluyen la mejora de la calidad, la reducción de los costes y la conformidad con normativas.