En el mundo se llenan miles de millones de paquetes cada día (botellas, tarros, tubos, latas, cajas...); la legislación determina que todos ellos deben indicar el peso neto, el volumen o el número de piezas.
Sin embargo, el proceso de llenado de los paquetes está sujeto a numerosas influencias ambientales que provocan fluctuaciones en el peso neto.
Para evitar posibles problemas, los fabricantes suelen utilizar el sobrellenado con el fin de impedir un llenado por debajo del peso neto legal indicado en el paquete. Esto puede generar residuos de producto innecesarios. Un programa de garantía de calidad robusto puede controlar estrechamente los límites en el proceso de empaquetado y ayudar a reducir los elevados costes.
Este artículo técnico aporta conocimientos sobre estos aspectos:
- cómo reducir los costes por medio de un sobrellenado mínimo
- los métodos disponibles (muestreo aleatorio o inspección del 100 %)
- una estrategia de cinco pasos para conseguir una solución bien diseñada