La creciente demanda de un medio ambiente más limpio condujo a varios desarrollos en el campo de las fuentes de energía renovables. De ahí que en las últimas décadas la energía solar, la energía eólica o las plantas de biomasa se utilicen ampliamente en todo el mundo. Las cuatro técnicas principales de análisis térmico DSC, TGA, TMA y DMA son ideales para caracterizar los materiales habituales en estos campos.
En este seminario web hablaremos de los distintos métodos utilizados para investigar materiales importantes para las fuentes de energía renovables y presentaremos algunas aplicaciones interesantes.
En los últimos años, los recursos energéticos renovables han sido ampliamente aceptados como una forma de ayudar a resolver la posible crisis energética mundial. Los avances progresan rápidamente y los nuevos materiales empleados en el campo de las energías renovables requieren un control de calidad adecuado.
Los métodos basados en técnicas de análisis térmico como DSC, TGA, TMA, DMA son extremadamente importantes para caracterizar los materiales y compuestos utilizados en los recursos energéticos renovables. El análisis térmico se utiliza principalmente para medir la estabilidad térmica, la estabilidad oxidativa y el comportamiento de curado de los materiales. Además, es una herramienta importante para optimizar los procesos en las plantas de biomasa o para el control de calidad en la industria de los biocombustibles.
Otras aplicaciones importantes tienen que ver con el proceso de laminado de módulos fotovoltaicos y la medición de las propiedades mecánicas de los compuestos utilizados para las palas de los rotores de las turbinas eólicas.
Los efectos más importantes que pueden analizarse mediante DSC son la transición vítrea, el comportamiento de fusión y la entalpía de curado.
El TOA es el método de elección para la observación visual de muestras, por ejemplo durante la cristalización y para detectar efectos de punto de turbidez.
Las principales aplicaciones del TGA son el análisis del contenido, la estabilidad térmica y el comportamiento de evaporación.
El TMA puede utilizarse para caracterizar la expansión, la contracción o el comportamiento de fusión.
El DMA es un buen método para caracterizar el comportamiento viscoelástico de los materiales.