Bell Food Group, fundada en 1869, se ha convertido en una de las principales empresas productoras de carne de Europa y la más importante de Suiza. En su gama de productos, se incluyen carne, aves, embutidos, marisco y productos precocinados, como ensaladas, bocadillos, comida preparada, pasta y hamburguesas, que se venden a algunas de las marcas de comerciantes y comida rápida más reconocidas del mundo.
Esta empresa, que actualmente emplea a unos 9500 trabajadores en once países, trabaja duro cada día para preparar productos de la mejor calidad que satisfacen a millones de consumidores. Alcanzar este objetivo supone trabajar mano a mano con proveedores y socios de distribución en el sector de catering, el minorista, el mayorista y el de procesamiento de alimentos.
En 2017, Bell instaló un sistema de inspección por rayos X X39 en su línea de producción de hamburguesas en Oensingen (Suiza) debido a las crecientes necesidades de los clientes en lo que respecta a la garantía de calidad. La necesidad de garantizar que todas las hamburguesas están libres de contaminantes y que cumplen los exigentes requisitos de integridad del producto llevó a Bell a ponerse en contacto con Mettler Toledo Safeline X-ray para debatir de qué manera podían ayudarles a lograr estos objetivos.
Niki Berger, responsable de calidad de productos frescos en Bell, comentó: "Creo que la inspección por rayos X es actualmente el aspecto extra definido que podemos ofrecer a nuestros clientes a la hora de detectar cuerpos extraños en nuestras hamburguesas". El X39 puede detectar diversos contaminantes, como hueso calcificado, metal y vidrio, mientras, de forma simultánea, lleva a cabo controles de la integridad del producto, como el análisis de la longitud, la anchura y la altura, así como la búsqueda de irregularidades en los bordes y copos en la parte superior de las hamburguesas.
Este caso práctico destaca la importancia de tener un equipo de inspección por rayos X integrado en las líneas de fabricación de Bell Food Group.