Una alternativa automatizada
Los científicos del laboratorio de ensayo del OARD Regional 4 se pusieron en contacto con METTLER TOLEDO para simplificar el procedimiento de determinación del pH del terreno: la disolución de muestras de suelo de aproximadamente 10 gramos en 10 ml de agua, con agitación, seguida de la medición. En la zona que atiende el centro de Regional 4, el terreno es arcilloso y resiste a la homogeneización. Además, los sensores se deben limpiar a fondo entre las lecturas, lo que aumenta aún más el tiempo de intervención.
Con el fin de maximizar la eficiencia de estas mediciones, los especialistas de METTLER TOLEDO sugirieron un pHmetro SevenExcellence™ con un sensor InLab® Expert Pro-ISM y un cambiador automático de muestras InMotion™. El software de laboratorio LabX™ coordina el sistema nuevo, lo que deja tiempo a los científicos del laboratorio para realizar otras operaciones.
Con 69 puntos en la gradilla del cambiador automático de muestras InMotion, los científicos pueden preparar muestras y, a continuación, dedicarse a otras tareas. El PNT que define LabX asegura una mezcla completa de la muestra antes de llevar a cabo la evaluación, con el agitador superior de InMotion que evita la sedimentación antes del análisis. Además, el diseño robusto del InLab Expert y el eje PEEK reducen el riesgo de que se produzcan daños por partículas grandes o arena atrapada en las muestras (una fuente de preocupación con el electrodo original de vidrio), lo que prolonga su duración de utilización. Asimismo, el sensor se limpia automáticamente entre las mediciones y mantiene los procesos en movimiento sin problemas.
Desde la instalación del sistema nuevo a principios de este año, los científicos del OARD Regional 4 han visto mejorar notablemente sus capacidades de medición del pH. Mientras que antes un solo analista podía procesar entre 40 y 60 muestras en un día trabajando sin parar, ahora, los científicos se pueden dedicar a otras tareas tras una sola hora de preparación. Además, con los datos completos registrados en la base de datos de LabX, los errores de transcripción forman parte del pasado, lo que da al laboratorio la confianza de que sus recomendaciones a los agricultores darán fruto en la próxima cosecha.