Aplicaciones de la inspección de etiquetas

Los defectos relacionados con las etiquetas son la causa más común de retirada de un producto. En la mayoría de los casos, el problema es totalmente evitable. Un producto cuyo etiquetado es defectuoso o incorrecto tiene como consecuencia la insatisfacción del consumidor. En el peor de los casos, un error de etiquetado de un producto puede comportar graves perjuicios para la salud del cliente, especialmente si contiene alérgenos no indicados.

Cada cambio de producto entraña el riesgo de que se produzca un etiquetado incorrecto. El uso de un sistema de inspección por visión para realizar procesos de inspección de identificación gráfica es sinónimo de poder identificar productos etiquetados de forma incorrecta en etapas tempranas del proceso de producción, lo que reduce la probabilidad de que sea necesario efectuar costosas retiradas de productos.

Debe efectuarse una inspección de todos los aspectos de un envase o paquete etiquetado, lo que incluye las etiquetas, la marca, el material descriptivo, las etiquetas de aviso y distintos formatos de etiquetado en forma de arandelas o aros. Es aconsejable realizar la inspección inmediatamente después del proceso de etiquetado o en el marco del control de calidad final, antes de proceder al envasado y a la distribución.

En las líneas de producción de alta velocidad modernas es preciso identificar y corregir lo antes posible los posibles problemas de etiquetas mal alineadas o dañadas para evitar así desperdicios o repetir el trabajo. Mediante cámaras de alta definición, potentes IPC y sofisticados algoritmos de software, es posible detectar hasta el más mínimo desperfecto o la más ligera desviación en cualquier etiqueta para poder retirar el producto del proceso de producción.

Se aplican normativas a la cara principal del envase (PDP, por sus siglas en inglés) y a la de información de cada producto envasado para garantizar que este muestre el etiquetado y la información correctos. Esto incluye el nombre del producto, el nombre y la dirección del fabricante, los ingredientes, la información nutricional, los avisos de alérgenos, la cantidad neta y los datos de lote. Toda esta información debe ser legible y ha de verificarse en todos y cada uno de los productos. Los sistemas por visión modernos permiten llevar a cabo este proceso automáticamente.

Un diseño de etiqueta atractivo captará la atención del consumidor, además de comunicar las cualidades de marca de un producto. Es preciso efectuar una inspección y verificación para confirmar que el etiquetado cuente con los elementos gráficos correctos. Los códigos de barras de 1D y 2D deben resultar legibles mecánicamente y para el ojo humano con el fin de ajustarse a los estándares del sistema de control de existencias.

Los fabricantes de alimentos han de hacer frente a nuevas normativas para evitar retiradas de productos o de la certificación, además de costosas sanciones. El estándar de seguridad alimentaria global versión 7 de la Asociación de Minoristas Británicos (BRC) ha supuesto la introducción de una nueva sección que aborda específicamente la calidad de la impresión y del etiquetado. El reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor de la UE (Reglamento de la UE n.º 1169/2011) y la Guía de etiquetado de la FDA son otros ejemplos de cómo las administraciones públicas y las entidades normativas están respondiendo a las exigencias del consumidor de tener acceso a productos seguros y de primera calidad.